El laurel de cera es una especie nativa que se encuentra en los Cerros Orientales de Bogotá y por esta época se ve amenazada por la celebración de la ‘Cruz de Mayo’. La Secretaría de Ambiente invita a todos los ciudadanos para que este 3 de mayo, día de la Santa Cruz, protejan los recursos naturales.
El laurel de cera tiene una importancia ecológica en los ecosistemas de la ciudad. Actúan como fijadores de nitrógeno, controlan la erosión, ayudan en la recuperación de suelos, es clave en los procesos de sucesión vegetal, protección de riberas y sirve de alimento para diferentes especies de fauna silvestre. Otro uso que se le puede dar a los frutos tiene que ver con el ripio o producto sobrante de la extracción, el cual es un excelente abono. A nivel medicinal, las hojas, tallos y raíces del laurel de cera se usan para curar enfermedades nerviosas, laringitis y diarreas, entre otras.
Es por esto que las autoridades realizarán durante esta semana labores de seguimiento vigilancia y control en zonas cercanas a los cerros y en plazas de mercado para evitar la extracción y comercialización ilegal de esta especie. La campaña de protección del laurel se realiza con el apoyo del IPES, las alcaldías locales y a Policía Ambiental y Ecológica desde 1996. Cada año la meta de las entidades es realizar menos incautaciones. En 2016 se lograron recuperar 80 bultos; en 2017, 23; en 2018, 54 y en 2019 fueron 54, para un total de 211 bultos durante los últimos cuatro años.
De igual manera, la Secretaría de Ambiente realizará charlas virtuales con el objetivo de capacitar a la comunidad sobre la importancia del cuidado de la flora silvestre en la ciudad. La autoridad ambiental hace un llamado a todos los bogotanos y bogotanas para que ayuden a la protección del ambiente, utilizando plantas cultivadas o materiales alternativos para estas celebraciones religiosas. El Código Penal establece en los artículos 29 y 33 de la Ley 1543 de 2011 penas de hasta 108 meses de prisión y multas de hasta 35 mil salarios mínimos mensuales legales vigentes.
La pena podría aumentar de una tercera parte a la mitad, cuando las especies estén amenazadas de extinción. Asimismo, la Ley 1333 de 2009 (proceso sancionatorio ambiental) establece multas de hasta 3.600 millones de pesos.